El Gobierno de Bolivia ha solicitado este martes a la Organización de Estados Americanos (OEA) que audite los resultados de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el pasado domingo, para acabar con una crisis política que se ha escenificado en las calles de las principales ciudades con enfrentamientos entre simpatizantes y detractores del actual mandatario, Evo Morales.
El origen de las protestas es la suspensión repentina de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) la misma noche electoral. Hasta ese momento, con más del 80 por ciento escrutado, el TREP daba a Morales un 45 por ciento y al candidato opositor Carlos Mesa, un 38 por ciento de los votos, obligando a celebrar una segunda vuelta entre ambos el próximo mes de diciembre.
El TREP se ha retomado en las últimas horas. Con el 95 por ciento del escrutinio completado, Morales ha repuntado hasta el 46 por ciento, mientras que Mesa ha caído al 37 por ciento. Si el presidente boliviano logra distanciarse diez puntos del líder opositor habrá eludido la segunda vuelta consiguiendo otros cinco años de Gobierno.
Mesa llamó el lunes a una "movilización democrática" para evitar lo que cree que es un intento del Gobierno de amañar los resultados electorales para impedir que Morales vaya a una segunda vuelta, la primera en 17 años, en la que podría ser derrotado si la oposición boliviana --normalmente atomizada-- une sus fuerzas.
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Estudiantes de diferentes universidades de la ciudad de La Paz se concentran en la plaza Camacho. Fuente: Luis Flores. pic.twitter.com/givOB2Ss4z
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El llamamiento de Mesa ha recibido este martes el espaldarazo de los Comités Cívicos, que reúnen a organizaciones de la sociedad civil, y de la plataforma opositora Comité Nacional en Defensa de la Democracia (Conade), que han convocado un "paro nacional indefinido" que arrancará en la medianoche del miércoles (hora local) hasta conocer los verdaderos resultados.
"Si el Gobierno es gestor del fraude y si el Gobierno no nos da la confianza, entonces lo único que queda es 'vox populi' en cabildo que haga prevalecer lo que es la justicia en el país", ha dicho el candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Chi Hyun Chung, que quedó tercero y ya ha ofrecido su apoyo a Mesa de cara a una segunda vuelta.
En la misma línea, la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) de Bolivia, plataforma oficialista, ha instado a los suyos a defender la "victoria" de Morales. "La Conalcam se declara en estado de emergencia, en vigilia permanente con movilización, con concentraciones pacíficas", ha declarado Juan Carlos Huarachi, secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), una de las organizaciones integradas en la Conalcam.
"Frente a este triunfo, la derecha está intentando realizar un golpe. Atentado a la democracia y a la estabilidad económica y social (...) Instruir a las organizaciones sociales acciones correspondientes para la defensa de la victoria del proceso de cambio", ha urgido, apuntando a Mesa como "autor intelectual" de los disturbios ocurridos en las últimas horas.
Nuevos enfrentamientos
Los llamamientos a la movilización han calado en ambos sectores, que este martes han vuelto a protagonizar choques entre ellos y con las fuerzas de seguridad en La Paz y otros puntos de la geografía boliviana, de acuerdo con los medios locales.
Según el diario boliviano 'Los Tiempos', militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales, y de la Comunidad Ciudadana, la alianza opositora por la que compite Mesa, se han enfrentado en La Paz y la Policía ha tenido que intervenir lanzando gases lacrimógenos.
Escenas similares se han vivido en Cochabamba, donde estudiantes que apoyan a Morales y a Mesa se han enfrentado en el campus de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y en la plaza Sucre. Las fuerzas de seguridad han cargado igualmente con gases lacrimógenos.
En Potosí, los choques se han dado entre manifestantes y policías tras los rumores sobre el traslado de material electoral, si bien posteriormente las autoridades electorales en la ciudad han aclarado que las denuncias se refieren a lugares alquilados para almacenar el material sobrante.
En Tarija, una multitud ha ingresado en el Tribunal Electoral Departamental. En la madrugada del martes, grupos de personas atacaron varias sedes electorales. En Potosí llegaron a incendiar el TED y dos personas tuvieron que saltar desde un segundo piso para salvar la vida.
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En Oruro manifestantes causan destrozos en casa de campaña del MAS. pic.twitter.com/FVQTSXe36Y
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Condenan violencia
Así las cosas, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se ha pronunciado en un escueto comunicado para "repudiar y condenar los actos de violencia" y "pedir a la población boliviana mantener el clima de paz en el que se desarrollaron los comicios del 20 de octubre".
El TSE ha incidido en que los resultados oficiales se darán a conocer "en el plazo establecido en la ley" y, hasta entonces, ha emplazado a los bolivianos a "hacer seguimiento" del escrutinio en su página web, "donde además se encuentran las actas electorales que respaldan la transparencia del proceso electoral".
Además, ha pedido a "las organizaciones políticas y a la sociedad civil que acompañen esta fase final de manera pacífica". "Este es el único camino para consolidar la democracia", ha remachado.
Misión de observadores de la #OEA ratifica que hubo fraude en #Bolivia.
Los sociolistos actuando otra vez.
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Mediación internacional
El Gobierno también ha movido ficha. El ministro de Exteriores, Diego Pary, ha anunciado que ha enviado una carta al secretario general de la OEA, Luis Almagro, para que la organización regional "realice una auditoría al cómputo oficial de votos del proceso electoral en curso, para verificar la transparencia y legitimidad del mismo".
El canciller boliviano ya invitó el lunes a "todos los países interesados y organismos internacionales a continuar el acompañamiento del conteo de votos". En concreto, señaló a los embajadores de Brasil y Argentina y al encargando de negocios de Estados Unidos.
La OEA, por su parte, se ha limitado a emitir un comunicado en el que informa de que su Misión de Observación Electoral (MOE) en Bolivia "mantiene su despliegue técnico en los nueve departamentos del país para continuar dando seguimiento cercano al proceso de cómputo definitivo como lo ha hecho hasta ahora".
El bloque hemisférico ha denunciado que "la violencia obligó a interrumpir el proceso de cómputo en seis departamentos --La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Beni-- y que se han producido ataques a tribunales electorales y a su personal. Solo se ha completado la transmisión de las actas electorales en Tarija, Santa Cruz y Pando.
"La Misión de Observación Electoral de la OEA en Bolivia condena rotundamente todos los actos de violencia (...) y llama a la ciudadanía y a todos los actores políticos y sociales a la calma para permitir que el cómputo oficial de votos se desarrolle de manera ágil, transparente y completa", ha declarado
La MOE, ha sostenido, "continuará observando el proceso de cómputo definitivo en todo el territorio nacional" hasta que el TSE declare los resultados oficiales "de manera que se complete este proceso y pueda comenzar la siguiente etapa".
Entretanto, el Consejo Permanente de la OEA ha anunciado que se reunirá el miércoles en una sesión extraordinaria para abordar la crisis electoral en Bolivia, a petición de Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos y Venezuela.
Naciones Unidas ha expresado asimismo su preocupación por la escalada de violencia en Bolivia, al tiempo que ha deslizado una oferta de mediación, recordando que "siempre está dispuesta a ayudar" si las partes lo solicitan.